PODENCO PALMERO O PODENCO DEL MONTE DE LA LAURISILVA

I. Aspecto General.

    Se trata de un perro de talla media, ligeramente alargado, leptosomático, ligero y muy resistente

1. Proporciones importantes: Ligeramente más largo que alto. Pecho bien desarrollado, sin llegar al codo. Hocico ligeramente mas largo que el cráneo.

2. Comportamiento y temperamento: Valiente, nervioso, inquieto e irradiando dinamismo. Noble, nunca agresivo. Abnegadamente adicto a su dueño. Soportan largas jornadas sin mostrar fatiga.

3. Utilización: Se le emplea para la caza del conejo y se adapta perfectamente a las variaciones del terreno para ese fin , mostrando mayor especialización en zonas de bosque, zonas sombrías, bordes de barrancos y acantilados, zarzas, etc. Utiliza el olfato así como la vista y un magnífico oído. Resiste bien las altas temperaturas y moderadamente la incidencia directa de los rayos solares, ya que su manto, suele ser de color oscuro; de esta manera se convierte en  el autentico fantasma de la espesura, evitando ser detectado visualmente por sus presas en la profundidad del bosque.

   Llega a cazar desde el amanecer hasta el anochecer sin mostrar fatiga. Puede con su olfato o su oído detectar la presencia del conejo en el interior de grietas, paredes de piedra , maleza, zarzas, etc. Su conservación se debe a sus grandes dotes venatorias, lo que le ha hecho imprescindible para la caza del conejo a lo largo de los siglos en terrenos escarpados y boscosos, donde otras razas han fracasado y  que solo un perro de su talla y agilidad puede moverse a su antojo.

    Es un perro primordialmente de rastro, puede llegar a ladrar o batir la pieza durante el rastreo si siente su presencia, para juntar la cuadrilla en la espesura, es un autentico trabajador de equipo. También se utiliza con la ayuda de un hurón, modalidad permitida en las islas. Atrapar conejos a diente es una de sus funciones fundamentales, pues dentro de la espesura del bosque es prácticamente imposible la utilización de armas de fuego.

   

II. Cabeza.

Alargada. En forma de cono truncado, muy proporcionada con el cuerpo, midiendo de largo 18 a 20 cm. Líneas cráneo-faciales prácticamente paralelas.

Cráneo: Ligeramente más largo que ancho, plano, con hueso occipital algo prominente.

Stop:  No muy marcado.

Trufa: Más bien ancha, color normalmente armonizando con el color del pelaje, fosas nasales algo abiertas.

Hocico: Ligeramente prominente y ancho, acabado en romo, en armonía con el color del pelaje.

Labios: Finos y recogidos, armonizados  con el color de la nariz y pelaje.

Dientes: Mordida en tijeras, en perfecta oposición y bien desarrollados.

Ojos: Oblicuos, almendrados y pequeños. De color marrón o ámbar más o menos oscuros y depende su intensidad del color de la capa. Su mirada es inteligente y noble.

Orejas: De tamaño medio. En atención se levantan erguidas, ligeramente divergentes. Las echa hacia atrás en actitud de sumisión. Anchas en su base y puntiagudas en su extremo.

III. Cuello: Musculoso, recto, con la piel lisa, sin papada, flexible y redondeado.

IV. Cuerpo. 

1. Dorso: Fuerte, musculoso, apto para la carrera y ejercicio de caza.

2. Lomo: Algo alargado.

3. Grupa: Huesos de la grupa algo sólidos, mas visibles en los ejemplares flacos o en plena época de caza.

4. Pecho: Pecho con esternón no saliente, bien desarrollado, pero sin embargo no llega al codo. Costillas ovaladas. Perímetro torácico mayor de 4 a 7 cm. que la altura en la cruz.

5. Vientre: Recogido, sin ser de galgo. Flancos bien marcados.

V. Cola.

De inserción más baja, como continuación de la grupa. Redondeada, desciende algo más baja que el corvejón. Caída o llevada en forma de hoz. Algo afilada en la punta. Nunca enroscada.

VI. Miembros delanteros.

Perfectamente aplomados, rectos, verticales y paralelos, de finos pero sólidos huesos. Pies de gato, ligeramente desviados hacia fuera. almohadillas fuertes y algo ovaladas.

Angulaciones:

• Angulo escápulo-humeral: cerca de los 110º.

• Angulo humeral-radial: cerca de los 140º.

VII. Miembros posteriores.

Aplomados, rectos, fuertes, musculosos, corvejón más bien alto ( unos 16 cm. del suelo ). Pies rectos, de gato con almohadillas fuertes y ligeramente ovaladas. Sin presencia de espolones.

Angulaciones:

• Angulo coxo-femoral: cerca de 110º.

• Angulo femoro-tibial: cerca de 120º.

• Angulo del corvejón: cerca de 130º.

VIII. Aparato locomotor.

1. Esqueleto: Bien desarrollado. La ausencia de partículo adiposo permite apreciar el relieve de la parrilla costal, columna vertebral y huesos de cadera.

2. Andadura: Ha de tener un trote ágil y muy ligero.

3. Musculatura: Desarrolladísima, enjuta, transluciéndose las contracciones a través de la piel en los ejemplares de pelo mas corto.

IX. Piel: Consistente, pegada al cuerpo y sin arrugas.

X. Pelo: Liso, de corto a medio y siempre apretado.

XI. Color.

Preferentemente oscuros, del canelo o caoba al negro fuego, pasando por ejemplares color chocolate. Se admiten ejemplares acorbatados en blanco o con la cola blanca. Se valorarán preferentemente de un solo color para su capa, preferentemente colores oscuros, caobas, chocolate, o negros.

XII. Estatura y Peso.

De 42 a 52 cm. para los machos y de 40 a 51 para las hembras, aunque debido a los distintos terrenos en donde vive y caza, estas medidas pueden variar, por lo tanto se puede aceptar diferencias de 2 cm. por encima o por debajo de la talla máxima o mínima, siempre que los ejemplares sean típicos y con el prototipo de la raza.

XIII. Faltas.

Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de esta se considera al grado de la desviación al estándar.

Faltas graves:

• Cabeza excesivamente ancha.

• Stop demasiado marcado.

• Labios colgantes.

• Falta de premolares.

• Prognatismo( cierre de mandíbulas divergentes).

• Pecho plano.

• Esternón saliente.

• Cola enroscada.

• Corvejones bajos y de vaca.

• Cruce de pies delanteros y corvejones en la marcha.

• Temperamento agresivo.

Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.

AUTOR:     José Agustín López Pérez